Acabo de llegar de la marcha. Llegué mojado, me di una ducha y me abrí un vino. Después de tanto ejercicio de la memoria, el cansancio se mezcla con la triste felicidad o la felicidad angustiosa o un sentimiento que no se qué es porque es una mezcla de todo: tristeza, alegría, orgullo, piel erizada, recuerdos de los ausentes y reconstrucción de los que no conocí. Por Sebastián Lorenzo Pisarello. Fotos: Leandro Zerda. (más…)